II 97

Has hecho demasiado ruido trasteando con las ganzúas, y uno de los frailes que estaban en el refectorio te ha oído y ha salido a la puerta.

– ¿Qué estás haciendo? –te pregunta desde allí.
– Yo... –no sabes qué decir. Debes admitir que te ha pillado con las manos en la masa.
– Deja eso y ven a cenar. Te estamos esperando –dice el fraile, que por suerte se muestra comprensivo. El fraile luce una tonsura pronunciada y su cara es alargada y muy delgada.

No tienes más remedio que hacerle caso al fraile.

Pasa al 100.