II 103

De un terrible golpe, terminas con la vida del agote, que cae al suelo boca abajo. Suspiras con alivio al verte libre de caer hechizado. Te dispones a marcharte, cuando de repente el agote alza la cabeza y te dice, con voz grave y susurrante:

– Yo te auguro una vida llena de sufrimiento y una eternidad en el infierno. Serás perseguido, la injusticia y la muerte siempre te acompañarán, y cuando la tristeza te embargue, mi amo Guland te aplastará como a una mosca.

Finalmente, el agote expira. ¿Crees en las maldiciones? Será mejor que no… En cualquier caso, tu aventura aquí ha terminado. Puedes pasar al glorioso 111.