I 48

Pasas justo al lado del anciano sin reparar apenas en él. Al hacerlo, este levanta la cabeza mostrando sus lágrimas. Duda un instante, pero finalmente se levanta y acude en tu busca.

– Por favor, señor, debe ayudarme, estoy desesperado –te dice sollozando y agarrando tus ropas.

¿Qué harás?

¿Lo apartas simplemente y prosigues tu camino? Pasa al 10.
¿O te sentarás pacientemente a escuchar su historia? Pasa al 31.