I 31

– Me llamo Mateo –comienza a decir, algo más tranquilo–. Soy un juglar y viajaba con un grupo de actores y juglares con los que trabajaba desde hacía años, cuando de pronto unos bandidos surgieron del bosque y nos atacaron. Yo conseguí escapar escondiéndome entre la espesura de aquel bosque cercano, pero mis compañeros corrieron peor suerte; todos murieron apaleados, y mientras permanecía escondido, sumido en una amarga impotencia, vi cómo los bandidos les robaban las pocas pertenencias que tenían. Pero entonces observé que Alis seguía viva entre los cadáveres de mis amigos. Los bandidos se dieron cuenta y se la llevaron, hablando de venderla como esclava en la morería de Palma.

Tras escuchar el relato de Mateo acerca del triste incidente, le preguntas quién es esa Alis de la que habla.

– Alis es una muchacha de unos trece años. Es judía, pero la considero como mi propia hija.

Se nota que Mateo está desesperado por recuperar a Alis; casi no le sale la voz cuando habla de ella, debido a lo afectado que se encuentra. También te dice que Palma del Río, el pueblo frente al que te encuentras, es propiedad del conde Bocanegra, y forma parte del condado de Palma, perteneciente también a este noble.

Mateo no puede ofrecerte gran cosa a cambio de ayudarle, apenas tiene unos 50 maravedíes y algo de comida, pero te dice que si encuentras a los bandidos podrás quedarte además con su botín. Prometes ayudarle y te acompaña en tu camino al pueblo.

Pasa al 22.