Echas mano de tu mochila y sacas la pequeña trampa de madera que compraste al trampero de Palma del Río.
– He visto que tenéis problemas con los ratones –le dices a fray Fernando–. Tal vez esto os ayude a deshaceros de ellos.
Fray Fernando observa la caja, la coge y la deja en el suelo.
– Muchas gracias –te dice–. Se lo diré al padre Carlos, seguro que él sabrá recompensarte.
Ahora puedes irte. Pasa al 37.