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Has entrado a la biblioteca de la abadía. Es una amplia sala de altas bóvedas sostenidas por diez lustrosos pilares, con las paredes recubiertas con gran número de estanterías que contienen innumerables volúmenes, rollos y legajos. Aquí se guardan también los libros que se copian en el scriptorium, ya que hay varias copias del mismo volumen en las estanterías. Los últimos anaqueles se sitúan a varios metros sobre el suelo. Puedes ver una escalera de mano destinada a facilitar el acceso a estas alturas.

Observas los volúmenes durante un buen rato. Hay libros de tema religioso y teológico, historia, jurídica, autores clásicos, botánica, medicina…
Por encima de algunas de las estanterías, hay unas alacenas empotradas a la pared y cerradas con llave donde tal vez se encuentren los libros que no están disponibles para la consulta pública.

La biblioteca funciona además como sala de lectura, ya que tiene varias mesas destinadas a ello, y dispone de un par de pupitres, encima de los cuales reposan varios libros: las Sagradas Escrituras, glosarios, vidas de santos… Deben ser los libros más consultados por los hermanos.

Si quieres, puedes hacer una prueba de Percepción para ver si encuentras algún libro interesante. Pero sólo puedes hacer una tirada.

También puedes probar a abrir las alacenas, con el procedimiento de siempre. Solo se pueden abrir con una llave específica, más pequeña que las demás (ninguna otra servirá), por lo que, a no ser que la tengas, tendrás que forzarlas con una prueba de Destreza. Pero esta vez, tengas o no ganzúas, sólo puedes intentarlo una vez.

Si has tenido éxito en la prueba de Percepción, pasa al 5.
Si has conseguido abrir las alacenas, pasa al 13.
Cuando hayas terminado, puedes salir de la biblioteca pasando al 37.