El alguacil se rasca la cabeza y pone cara de estreñido, como intentando ordenar sus pensamientos.
– Siguiendo recto está la Plaza Mayor; allí hay un mercado y algunos mesones. Si buscáis hombres piadosos, los encontraréis en el convento de Santa Clara y Santo Domingo. También hay un hospital, y guardaos de los moriscos, y de esos asquerosos judíos de la judería.
Mateo hace una mueca de disgusto al oír semejantes falacias acerca de los judíos, pensando en su pequeña Alis.
Agradeces la información al alguacil y atraviesas el arco de entrada al pueblo.
Pasa al 20.
