I 94

Al salir de la posada, ves a un individuo flacucho y de corta estatura que te observa en todo momento. Antes de que te alejes más del mesón, el hombre se acerca y te habla en voz baja:
– Tengo entendido que buscas a Yehudá.
Dibujas una clara expresión de extrañeza en tu rostro. ¿Quién es este tipo y cómo sabe que buscas a Yehudá? El tipo se da cuenta de que dudas.
– Te oí preguntar por él al mesonero –te dice–. Yehudá está en el macaber, el cementerio judío.

Te quedas mirando al hombre. Parece que es de etnia judía. Llegas a la conclusión de que debe ser un conocido de Yehudá, o alguien pagado por él para dar esa información a quien le esté buscando.

– ¿Alguien más ha preguntado por él? –le preguntas. Él duda en contestar, pero finalmente lo hace.
– Sí, un noble nazarí.

Esto te despeja toda duda. O bien el macaber es una pista falsa, o es una trampa. Si quieres entrar en el macaber, suma 5 al número de sección en el que te encuentres justo cuando hayas entrado en la judería.

Pasa al 20.