Metes la llave en la cerradura y entras en tu habitación. Es muy sencilla; sólo hay una cama y un arca a sus pies. Hay una ventana que da a un patio interior, donde se ve un huerto, unos establos y las letrinas.
Si quieres, puedes aprovechar para comer de tus provisiones si no has comido antes en el mesón. También puedes ofrecerle una ración a Mateo si lo estimas oportuno.
Ahora puedes hacer varias cosas:
Bajar de nuevo al mesón. Pasa al 8.
Bajar al patio. Pasa al 72.
Buscar la habitación de Yehudá. Pasa al 91.