Estás frente a un sencillo edificio de madera, no muy alto, adosado a la muralla. Cuando entras te das cuenta de que son las cuadras. Hay cuatro caballerizas, pero ninguna de ellas está ocupada. Es más, el ambiente ni siquiera está impregnado del característico olor de los caballos, lo que indica que hace mucho tiempo que no se usa este edificio. Sin embargo, sí que hay algunos utensilios colgados de las paredes: arreos, una cuerda, un cepillo para los animales y aperos de limpieza. En un rincón también hay balas de paja seca y forraje, así como una saca llena de heno y trébol.
Si quieres, puedes coger la cuerda que hay colgada en la pared. Mide 15 varas y ocupa dos espacios en la mochila.
Ahora puedes salir de la cuadra. Consulta el plano y dirígete a otra localización.
Si has traído una montura contigo, pasa antes al 59.
