II 63

Revuelves los camastros, buscas por los marcos de las puertas, por los rincones, por el techo, por el suelo... Y siempre encuentras lo mismo: nada excepto alguna que otra telaraña ocasional. Hace años que no se usan estas habitaciones. Por lo que se ve, la abadía no ha recibido visitas importantes desde hace mucho tiempo.

Ahora puedes salir al exterior por la escalera (consulta el plano).
O bajar a la planta inferior. Pasa al 31.