I 66

Al cabo de un buen rato, el ritual toca a su fin. El hermano Antonio repite siempre las mismas palabras en tono amenazante, intercalándolas con alguna oración, y grita con los ojos abiertos en un fanatismo que contradictoriamente llega a parecerte incluso algo diabólico. Gotas de sudor recorren la frente del exorcista, que mantiene sus cinco sentidos en este ritual tan agotador.

Entonces una horrible visión se desprende de tu cuerpo. Tiene aspecto de una persona, pero está al revés, con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba. La visión es terrorífica, y muchos de los monjes se atemorizan. Pero el hermano Antonio les recrimina rápidamente su cobardía y les ordena seguir con los rezos. La aparición grita desesperadamente como si se estuviera quemando viva, sale disparada de tu cuerpo y recorre toda la iglesia, para finalmente desaparecer por una de las ventanas.

Te sientes mucho mejor, y le das las gracias al hermano Antonio y a todos los presentes. De momento no recuperarás los puntos perdidos de las características, pero lo harás cuando termines esta aventura.

El prior, que ha presenciado todo el ritual, se adelanta y te dice:

– No nos vendría mal algún donativo, si nos lo puedes ofrecer, como muestra de agradecimiento.

Puedes entregarle algunos maravedíess al prior, si quieres. Luego te marchas del convento.

¿Tomarás la calle de la izquierda de la última bifurcación? Pasa al 11.
¿O irás a la plaza? Pasa al 20.